- Los protagonistas debían ser profesores del instituto. Como podéis suponer, esto les encantó... y tuvo consecuencias terribles para la plantilla docente, que durante esa hora debió sentir un tremendo picor detrás de las orejas.
- Cada equipo tenía que utilizar varias cartas de mi baraja especial de Propp y Rodari.
- Imprescindible aplicar la teoría del bocata de jamón, según la cual, todo cuento, al igual que un bocata, tiene la estructura siguiente: pan-jamón-pan. Si el cuento no es un bocata de jamón, no sirve. En general, aplicaron la teoría bastante bien, aunque algunos equipos se empeñaron en meter los ingredientes del bocata en la picadora... ¡ejem!
Una divertida experiencia. Gracias al IES José del Campo por haber contado conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario